¡Buenas tardes
marketeros! ¿Cómo lleváis la semana? ¡Espero que genial, que ya
estamos a mitad! :)
Tal y como os dije
la semana pasada, hoy os voy a hablar del branding del consumidor.
Si
recordáis, había tres tipos de brand management: branding
del producto, branding del consumidor y branding personalizado.
El
branding del producto,
recordemos que consideraba que la marca estaba a la altura de
elementos como el packaging, el etiquetado o el envase. Por lo que
trataba a la marca como si se encontrase dentro de las 4 Ps del
marketing. Hoy en dia, esta concepción es impensable, ya que
actualmente, los valores intangibles de la misma pesan mucho más que
sus valores tangibles.
Por
otro lado, el
branding personalizado
es algo totalmente opuesto, este tipo de concepción se basa en que
la marca es lo más importante, se dejan de lado los elementos
tangibles del producto, sus características, para centrarse en los
valores de marca, en lo que ésta transmite y representa. Se
preocupan por las emociones, por los sentimientos, por intentar
llegar al usuario a través de la fibra sensible.
A
continuación os dejo el enlace a mi anterior entrada, por si queréis
profundizar más en este tema.
Por
tanto, el branding
del consumidor se
encuentra entre medias de los dos anteriores. Cuando surgió, estaba
muy apegado al producto, por lo que sus acciones, se centraban mucho
en el producto, en sus características y en sus aspectos tangibles
tales como la calidad, el diseño, funcionalidad...
Pero
con el paso del tiempo, fue evolucionando y se fue acercando más al
branding de personalidad. Porque hay que destacar que el
branding del consumidor, es el único que a diferencia de los otros
dos tipos de branding, evoluciona.
Esto se debe a que se basa en el consumidor, y todos sabemos que el
consumidor no para de evolucionar, de cambiar de opinión, de cambiar
de gustos y de desear cosas distintas. Por lo que este tipo de
gestión de marca se tiene que adaptar a él y evolucionar a la vez
que éste lo hace.
Algunos
ejemplos de campañas en los que se sigue este tipo de branding son
las que realizan los bancos.
Debido a la cantidad de corrupción existente hoy en día, lo que
menos hacer es confiar en dichas entidades, por lo que éstas
necesitan que cambiemos un poco la forma de pensar y que volvamos a
darles un voto de confianza.
Pero
esto no ha sido así de siempre, hace unos años no desconfiábamos
tanto de dichas entidades, del Gobierno o de las administraciones
públicas. Por lo que se han tenido que ir adaptando a nosotros, a lo
que pensamos de ellos, para conseguir actuar sobre nosotros e
intentar disminuir ese rechazo que sentimos hacia ellos.
Y
como este ejemplo, podéis imaginar muchos más. Como veis existen
distintas maneras de concebir la marca, dependiendo del grado de
importancia que se le de. Hoy en día, la marca es una de las cosas
más importantes que existen, mucho más que el propio producto en
sí. Porque el
producto es imitable, mientras que una buena imagen de marca no.
Además, otro aspecto fundamental es el ciclo de vida. Los productos
tienen un ciclo de vida formado por las fases de : introducción,
crecimiento, madurez y declive , por lo que llega un momento en el
que éstos desaparecen, como le ha pasado a la máquina de escribir o
a las cámaras de fotos. Sin embargo, la marca no tiene ese ciclo de
vida ,por lo que aunque
el producto muera y desaparezca, la marca sigue perdurando en el
tiempo de forma indefinida.
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