miércoles, 4 de mayo de 2016

Branding del consumidor

¡Buenas tardes marketeros! ¿Cómo lleváis la semana? ¡Espero que genial, que ya estamos a mitad! :)

Tal y como os dije la semana pasada, hoy os voy a hablar del branding del consumidor.
Si recordáis, había tres tipos de brand management: branding del producto, branding del consumidor y branding personalizado.

El branding del producto, recordemos que consideraba que la marca estaba a la altura de elementos como el packaging, el etiquetado o el envase. Por lo que trataba a la marca como si se encontrase dentro de las 4 Ps del marketing. Hoy en dia, esta concepción es impensable, ya que actualmente, los valores intangibles de la misma pesan mucho más que sus valores tangibles.
Por otro lado, el branding personalizado es algo totalmente opuesto, este tipo de concepción se basa en que la marca es lo más importante, se dejan de lado los elementos tangibles del producto, sus características, para centrarse en los valores de marca, en lo que ésta transmite y representa. Se preocupan por las emociones, por los sentimientos, por intentar llegar al usuario a través de la fibra sensible.

A continuación os dejo el enlace a mi anterior entrada, por si queréis profundizar más en este tema.

Por tanto, el branding del consumidor se encuentra entre medias de los dos anteriores. Cuando surgió, estaba muy apegado al producto, por lo que sus acciones, se centraban mucho en el producto, en sus características y en sus aspectos tangibles tales como la calidad, el diseño, funcionalidad...
Pero con el paso del tiempo, fue evolucionando y se fue acercando más al branding de personalidad. Porque hay que destacar que el branding del consumidor, es el único que a diferencia de los otros dos tipos de branding, evoluciona. Esto se debe a que se basa en el consumidor, y todos sabemos que el consumidor no para de evolucionar, de cambiar de opinión, de cambiar de gustos y de desear cosas distintas. Por lo que este tipo de gestión de marca se tiene que adaptar a él y evolucionar a la vez que éste lo hace.

Algunos ejemplos de campañas en los que se sigue este tipo de branding son las que realizan los bancos. Debido a la cantidad de corrupción existente hoy en día, lo que menos hacer es confiar en dichas entidades, por lo que éstas necesitan que cambiemos un poco la forma de pensar y que volvamos a darles un voto de confianza.
Pero esto no ha sido así de siempre, hace unos años no desconfiábamos tanto de dichas entidades, del Gobierno o de las administraciones públicas. Por lo que se han tenido que ir adaptando a nosotros, a lo que pensamos de ellos, para conseguir actuar sobre nosotros e intentar disminuir ese rechazo que sentimos hacia ellos.

Y como este ejemplo, podéis imaginar muchos más. Como veis existen distintas maneras de concebir la marca, dependiendo del grado de importancia que se le de. Hoy en día, la marca es una de las cosas más importantes que existen, mucho más que el propio producto en sí. Porque el producto es imitable, mientras que una buena imagen de marca no. Además, otro aspecto fundamental es el ciclo de vida. Los productos tienen un ciclo de vida formado por las fases de : introducción, crecimiento, madurez y declive , por lo que llega un momento en el que éstos desaparecen, como le ha pasado a la máquina de escribir o a las cámaras de fotos. Sin embargo, la marca no tiene ese ciclo de vida ,por lo que aunque el producto muera y desaparezca, la marca sigue perdurando en el tiempo de forma indefinida.



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