domingo, 24 de abril de 2016

Branding de producto VS branding de personalidad

¡Buenos tardes marketeros! ¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Ya estamos a finales de la semana, ¡así que a aprovechar las últimas horas de este Domingo! :)
Hoy me gustaría hablaros de algo que hemos estado hablando esta semana en el máster y me gustó bastante. No es algo nuevo, ni mucho menos, pero me parece bastante interesante. Me refiero al brand management o lo que es lo mismo, la gestión de la marca.
Todos sabemos que la marca es algo muy importante para las empresas. El conseguir gestionarla adecuadamente y que las personas tengamos una buena imagen de ella es tremendamente difícil, pero muy importante. Antiguamente, se tenía la concepción de que la marca estaba a la misma altura que el producto. Es decir, la marca se encontraba integrada en el marketing mix, y dentro de éste en la variable de producto. Se consideraba que la marca tenía la misma importancia que el packaging o que el etiquetado. Hoy en día pienso eso y es que me parece absurdo que se encontrasen en el mismo nivel. Afortunadamente, se ha ido evolucionando y se ha ido cambiando esa concepción, para llegar a la actual, la que se basa en que la marca debe estar en lo más alto, en la cumbre.
Dentro del brand management, podemos diferenciar tres enfoques, según la importancia que se le de al producto y según la importancia que se le de a la marca: branding de producto, branding de personalización y branding de consumidor.
El branding de producto se basa en que los aspectos tangibles del producto son lo más importante: sabor, calidad, ingredientes, características...por lo que a la hora de hacer por ejemplo una campaña publicitaria, se basaría integramente en anunciar el producto y contar sus características, mostrarle al consumidor por qué tiene que comprar el producto. Que tiene ese producto que no tengan los demás, que es lo que lo hace diferente desde el punto de vista de composición, de resultados. Aunque es cierto que en el branding de producto, también se puede utilizar un poquito de creatividad a la hora de hacer los anuncios y no basarse en contar solamente los atributos del producto. Un ejemplo de este caso es el siguiente:

Este es un ejemplo en el que se cuentan más directamente las características del producto, por qué comprarle, cuales van a ser los resultados si lo usas...
Sin embargo, este otro también es branding de producto, pero no se enfoca tanto en transmitir las características del producto, no se las cuenta al consumidor.

De estos experimentos, hay varios vídeos, porque se hicieron varios spots, por si queréis ver los demás.
¿A vosotros cuál os gusta más? ¿Cuál os parece mejor a nivel estratégico y a nivel creativo?
A mí personalmente me gusta mucho más el segundo, aparte de que me parece mucho más creativo, pienso que aunque está claro que con ambos anuncios quieren vendernos el champú, en el segundo no lo hacen tan descaradamente, no nos hablan de los ingredientes del producto ni de sus beneficios, sino que optan por un anuncio más entretenido, con más historia.
El branding personalizado es todo lo contrario al branding de producto. Este se basa en la parte más emocional del mismo, en intentar convencer al consumidor mediante los sentimientos. Olvidarse de las características del producto, de sus beneficios, de sus atributos y decantarse por la parte totalmente emocional. Coca Cola es un gran ejemplo de una empresa que ha decidido gestionar su marca de esta manera. Y por lo que parece no le va nada mal, porque todas sus campañas son de este estilo. No sé a vosotros, pero a mí personalmente me encantan. Me parecen muy creativas, muy sentimentales e innovadoras.
En este caso, para no poner un ejemplo de una campaña de Coca Cola, que seguro que las habéis visto todas, os dejo el último anuncio de Jhonie Walker, a ver que os parece.

Cómo véis este es mucho más emocional, en ningún momento se nombra al mundo ni se cuentan sus características, simplemente se asocia a un estado, a una emoción, a momentos vividos, a una experiencia. 
Por lo que se trata de que nosotros elijamos el que veamos conveniente, que decidamos si nos atrevemos o no a dar el paso e innovar. O si decidimos seguir haciendo las cosas como hasta ahora y seguir usando el branding de producto. 
En la próxima entrada os hablaré del branding del consumidor, que es el punto medio entre el branding de producto y el branding de personalidad.
¡Espero que os haya resultado interesante esta entrada! ¡A disfrutar de la semana! :) 

lunes, 11 de abril de 2016

¿Le damos hoy en día la importancia que se merece a la atención al cliente?

¡Buenas tardes marketeros! ¿Qué tal? ¿Cómo lleváis la semana? ¡Espero que genial! :)
Hoy os voy a contar una experiencia personal que me pasó hace apenas unos días y que vuelve a mostrarnos como muchas empresas no le dan la importancia que se merece a la atención al cliente...Antes de nada, comentaros que el bar se llama "La Pinta" y se encuentra en Churriana de la Vega.
El sábado por la tarde quedé con unas amigas y con mi pareja para dar un paseo y posteriormente cenar. Cuando llegó la hora de cenar, decidimos ir a un bar cercano, situado en el mismo pueblo en el que vivimos, al cual hemos ido muchas veces y nos gustan sus tapas. Llegamos sobre las 9 y tuvimos la suerte de encontrar dos mesas libres, éramos siete, por lo que nos venían genial. Comenzamos a pedir, nos traen nuestra primera ronda de bebidas y nuestras tapas correspondientes, hasta aquí todo perfecto. Al acabar con esta primera ronda, muchos de nosotros decidimos pedir una tapa extra.
Y ahora es cuando comienza lo verdaderamente importante. Tras pedir las tapas extras y casi cuando nos las habíamos terminado, nos dice el camarero, que si nos podemos poner todos en una sola mesa, que necesitaría una mesa para una familia que acababa de llegar. Cuando nos dijo eso, nos sorprendimos todos un poco, porque si somos siete personas y los siete estamos consumiendo y tomándonos nuestras tapas, no veo normal que nos pida que en una mesa de cuatro personas, nos pongamos siete por el hecho de que hayan entrado nuevos clientes. Porque normalmente, cuando entras a un bar y no hay sitio, el camarero no levanta a los actuales clientes para que tú te sientes, sino que la mayoría de las veces te vas y buscas sitio en otro bar. Pero bueno, el caso es que lo comprendimos y nos pusimos los siete en una misma mesa. A los pocos minutos, dos de mis amigos se tuvieron que ir, por lo que nos quedamos cinco en la mesa. A continuación, mi pareja decidió pedirse una nueva bebida, mientras que los cuatro restantes decidimos no tomar nada más. Cuando el camarero trajo dicha bebida, nos dijo que necesitaba dos sillas de las nuestras para esa familia que comenté anteriormente.
Aquí fue cuando comenzamos a enfadarnos un poco. Porque veo de muy mala educación que nos pidiese dos de nuestras sillas, en las que estábamos sentados para dárselas a otros que acababan de llegar. Pero el colmo fue que a la derecha de donde estábamos tenían un pequeño “comedor”, con cuatro o cinco mesas LIBRES, y con sus correspondientes sillas, TODAS LIBRES. Se lo comentamos, que cogiese sillas de ahí y nos dijo que no, que eso eran sillas del “comedor” y que no podían mezclaras. Eso para nosotros ya fue la gota que colmó el vaso. Nos estaban echando, literalmente, decía que no podía estar bebiendo solo una persona y las cuatro restantes no (cuando las cuatro restantes ya habíamos consumido nuestra bebida, la tapa correspondiente y una tapa extra más, no es que llegásemos cinco personas al bar y solo consumiese una).
No dábamos crédito a lo que estaba pasando, jamás nos había ocurrido algo así. Por lo que consumimos esa última bebida lo más rápido posible y nos fuimos, para siempre. Porque por supuesto no pensamos volver. Es más, estuvimos pensando en pedirle la hoja de reclamaciones y poner una queja, pero no teníamos más ganas de seguir allí con ese tipo de gente. Pero por supuesto, las cosas no se quedan así. La mayoría de nosotros hemos puesto una queja online, contando nuestra experiencia, porque consideramos que no es normal, ni lo ocurrido ni las formas utilizadas. No se puede tratar así a unos clientes, porque como dicen por ahí “es más fácil fidelizar a un cliente actual que captar a uno nuevo” . Y quizás en ese momento, ellos sentaron a cuatro personas nuevas en una mesa, las cuales volverán a ir al bar o no. Pero lo que sí está claro, es que acaban de perder a siete clientes para siempre. 
Por lo que parece, las empresas aún no se han dado cuenta de la importancia que tiene hoy en día la atención al cliente. Porque bares hay muchos, por lo que si eligen tu bar para pasar un buen rato y cenar, que menos que tratarlos educadamente y no echarnos, ¿no?


miércoles, 6 de abril de 2016

¡El marketing de experiencias!

Buenas tardes marketeros! ¿Qué tal? ¿Cómo lleváis la semana? ¡Espero que genial! :)
Hoy me gustaría hablaros de un tema que a mi me encanta, el marketing de experiencias.




Es un tipo de marketing que considero que ultima mente está cobrando mucha importancia y que las empresas deben de tenerlo en cuenta y llevarlo a cabo para conseguir la fidelización de sus clientes.
Para comenzar a hablar de este tipo de marketing, es mejor hacerlo a partir del marketing tradicional, para apreciar mejor sus diferencias y su utilidad.

El marketing tradicional, se centraba en el propio producto, sus características, calidad...sin tener en cuenta al cliente, su opinión, su relación con el mismo...En cambio, el marketing de experiencias se basa justamente en eso, en el cliente, en lo que éste piensa del producto o servicio que se le ofrece, de la experiencia que éste vive mientras usa dicho producto o servicio. Por tanto, considero que esto es algo tremendamente importante, porque si tú como empresa, consigues que tus clientes realmente vivan una experiencia con el producto o servicio que les ofreces, te vas a convertir en su primera opción. Querrán volver a comprarte de nuevo, por lo que serán fieles a ti y a tu marca.

Porque hoy en día ya no vale solo con satisfacer las necesidades de los consumidores, sino que hay que intentar proporcionarle un valor añadido, sorprenderlos, darles algo que no se esperan. Y que sea por eso, por lo que no duden en volver a tí la próxima vez que lo necesiten. Hay que conseguir que el cliente viva una experiencia nueva cada vez que apuesta por tu marca. Proporcionarle algo que nadie más sea capaz de darle.

Una empresa que utiliza este tipo de marketing, es sin duda Coca Cola. Coca Cola se ha encargado desde sus inicios, de hacernos entender que ellos no venden un refresco de cola. Ellos venden felicidad, ilusión, emoción. Y se han encargado de transmitirnos ese mensaje campaña tras campaña, año tras año, producto tras producto.

Un ejemplo de ellos, entre los muchos que hay de esta marca, es cuando comenzaron a poner nuestros nombres en sus latas, consiguiendo así que todos quisiéramos comprar Coca Cola por el simple hecho de tener una lata con nuestro nombre. Porque eso era una experiencia que nos hacía ilusión vivir y nos provocaba felicidad. Por lo que teniendo esa lata con nuestro nombre, seríamos un poquito más felices.




Con respecto a esta campaña de los nombres en las latas, actualmente Coca Cola ha lanzado una campaña en la que va a poner las letras de las canciones en sus latas, con la intención de que podamos adquirir una lata de Coca Cola con la letra de nuestra canción favorita. ¿Os parece una buena idea? Porque a mí me encanta. No sé a vosotros, pero a mí Coca Cola cada día me sorprende más. Me encantan sus campañas y todo lo que intenta transmitir con ellas. Porque si nos paramos a pensar, su producto es un simple refresco de Cola, pero han conseguido posicionarlo de tal forma que cuando tú te lo tomas, te sientes bien, feliz, ilusionado.

Otro ejemplo de marcas que utilicen el marketing de experiencias, es Apple. Apple no vende móviles, tablets, o ordenadores, Apple vende tecnología, estatus, diferenciación. Al igual que Coca Cola, ha conseguido posicionar sus productos de tal forma que los concibamos de forma distinta que a otra marca tecnológica, estando dispuestos a pagar ese precio con la finalidad de tener uno de sus productos. Porque sabemos que van a ser diferentes, que vamos a vivir una experiencia distinta a la que viviríamos si eligiésemos otra marca.

Por tanto, después de 40 años de su nacimiento, Apple se ha encargado de hacernos saber que ellos venden experiencias y que para vivirlas, solo tienes que comprar sus iphones, ipads o macs.




Y puede parecer una tontería, pero conseguir esto es tremendamente difícil. Es muy complicado ofrecerle a tus clientes nuevas experiencias y conseguir que éstos realmente las experimenten y las conciban como tal cuando compren tus productos o servicios.

Si os ha gustado este tipo de marketing, os dejo un enlace de un artículo que explica muy bien esta tendencia y donde se muestran algunos ejemplos para que veáis como muchas marcas utilizan las experiencias para ganarse al consumidor.

http://www.puromarketing.com/44/18364/experiencial-mejor-vivirlo-cuenten.html


¡Feliz semana! :)